A partir de la difusión de recientes estudios relacionados con la evolución del cambio climático, entre ellos el Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que ha venido siendo divulgado en partes desde el año pasado que, entre otras conclusiones, determinaron los mayores índices de concentración de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero (GEI) de la historia de la humanidad, el ingeniero, investigador, director de la Asociación Nacional de Empresas de Eficiencia Energética (Anesco Chile) y jefe de la carrera de Técnico en Energías Renovables y Eficiencia Energética del Instituto del Medio Ambiente (IDMA), Rodrigo Valdovinos Flores, realizó una revisión y reflexión acerca del contenido de estas investigaciones y publicaciones científicas con el fin de simplificar y aclarar su compresión a través de consideraciones históricas y técnicas, además de proponer acciones prioritarias y urgentes completamente viables de ser aplicadas política y socialmente para reducir y mitigar los impactos de una crisis climática cada vez más compleja e irreversible.
Por Rodrigo Valdovinos Flores (rodrigo.valdovinos@idma.cl)
A modo de reflexión: “A principios de la era cristiana, las concentraciones de CO2 en la atmósfera eran de 240 ppm; en época de aire preindustrial era de 278 ppm; en 1980 era de 336 ppm. Hoy están superando las 420 ppm. Más del 50% de este cambio se produjo en los últimos 50 años…”.
En una reciente publicación de la ESRL System Research Laboratories dependiente de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica NOOA, por sus siglas en inglés; entrego una lectura del monitoreo de diversos GEI (gases efecto invernadero) que se realiza de forma permanente en diferentes lugares del mundo, para ver las tendencias en el corto, mediano y largo plazo en la evolución en niveles de estos gases atmosféricos, destacando; CH4 (metano), N2O (óxido nitroso), SF6 (hexafluoruro de azufre) y CO2 (dióxido de carbono).
El monitoreo permanente se realiza desde 1959, realizando mediciones y ajustes directo en la atmosfera para entregar información real sobre los ciclos y niveles de los gases.
Si bien las concentraciones de CO2 en la atmósfera son cíclicos en un año, pudiendo aumentar o disminuir según el lugar de la superficie terrestre, estas tienen promedios y tendencias claras que es posible proyectar; que por cierto han ido en aumento desde el inicio de los registros.
Es así como en mayo 2022, se registró un récord en un promedio diario de 421 ppm en concentración de CO2 atmosférico. Récord que no puede dejarlos indiferente, más debe ponernos a pensar.
Fuente de gráfico: https://gml.noaa.gov/ccgg/trends/data.html
La principal causa del aumento del CO2 en la atmósfera es la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), siendo Asia oriental, Europa occidental y el noreste de América del Norte las zonas geográficas con mayores emisiones en los últimos 50 años. El problema es que estás altas concentraciones que en su momento eran solo en el hemisferio norte, han llenado la atmósfera llevando estas altas concentraciones al hemisferio sur, produciendo efectos notorios en climatología a partir del 2010 del paralelo del Ecuador hacia el sur, debido al aumento de la temperatura de la superficie terrestre.
Este escenario ya era conocido por el IPCC, donde en el año 2015 indicó que, para limitar un aumento de la temperatura en 2°C, al 2050 toda la generación de electricidad debía ser si emisión de CO2 y al 2100 toda la generación de energía debía ser sin emisión de GEI. En 2018 el IPCC, fue más restrictivo aún; “ya estamos viviendo las consecuencias de un calentamiento global de 1°C, con 2°C de calentamiento global, los cambios serían irreversibles”. Por tanto, se debe adelantar todo al 2050, siendo la única opción que se tiene, sentenció el panel.
En la lectura del sexto informe del IPCC realizado en abril 2022, António Guterres secretario general de las Naciones Unidas, dijo: “Ahora es el momento de dejar de quemar nuestro planeta y comenzar a invertir en abundante energía renovable a nuestro alrededor”.
Claro está que esta labor es tarea no solo de un sector, sino más bien de todo. Las energías renovables juegan un papel fundamental en el mediano y largo plazo sobre todo en aportes de electricidad y calor para aplicaciones comerciales e industrial.
A nivel residencial el beneficio del uso de energía solar e inmediato, sobre todo con los diferentes problemas socio políticos y económicos que se están viviendo a nivel local: aumento de precios de los combustibles, aumento de precio de la energía eléctrica e inflación, donde la energía solar no se ve afectada. Pero para ello, debe haber un cambio de paradigma energético a nivel local, priorizando el uso de energías renovables a nivel residencia en aplicaciones de electricidad y calor (solar es la opción) que generaría aportes energéticos inmediatos de autoconsumo doméstico.
En el sector comercial, implementar medidas de mejora energética y de energías renovables ya es una estrategia muy bien encaminada. Eso sí se deben generar los incentivos fiscales y tributarios como también generar herramientas en la banca, para poder apurar acciones de eficiencia energética y de incorporación de energías renovables en el autoconsumo.
Incorporar con mayor esfuerzo los sistemas solares térmicos en diferentes escalas es una medida que de forma inmediata viene a reducir el uso de combustibles en el sector industrial, comercial y sobre todo residencial, reduciendo insitu el costo económico de los combustibles fósiles, evitando la emisión de CO2 a la atmosfera y con tasas de retorno de la inversión al corto plazo.
Todas las medidas deben ir en base a un uso eficiente de la energía. La eficiencia energética es lo que hacer “ser” las renovables, sobre todo en soluciones de autoconsumo energético: reduce el consumo de energía, mejora la tasa de uso las renovables sobre todo con sistemas de almacenamiento energéticos, aumenta la tasa de retorno de las inversiones y, sobre todo, hace que las soluciones con renovables sean acordes a los niveles de energía del usuario, es decir , soluciones más inteligentes.
El uso de las energías renovables para el autoconsumo energético, junto a con el uso eficiente de la energía, son medidas; inteligentes, limpias, 100% renovables y disponibles para todos y todas.
