Los secadores solares o también conocidos técnicamente como deshidratadores solares, son dispositivos que utilizan la radiación solar para calentar aire y así retirar de manera controlada el agua de tejidos orgánicos, los productos más comunes en este proceso son: frutas, verduras, semillas, hierbas e incluso carnes; con el objetivo de preservar por más tiempo, conservando las propiedades nutritivas, bromatológicas y organolépticas de los productos orgánicos. La deshidratación solar sin duda es una alternativa renovable a nivel doméstico e incluso industrial.
FUNCIONAMIENTO
A diferencia del secado al sol convencional, en el que los alimentos se exponen a la luz solar, el método de secado solar busca optimizar la radiación solar directa bajo el principio físico de la convección que se traduce en la captación de la energía solar para que logre calentar directamente la cámara de secado principal, que es el espacio donde se mantiene el producto a deshidratar, o de manera indirecta en donde lo que se calienta es un volumen de aire en colectores solares, el cual es conducido hacia la cámara de secado, logrando la deshidratación de los productos orgánicos seleccionados.
Esta tecnología tiene varias ventajas; una de ellas es la variable de seguridad alimentaria.
El secador solar, al utilizar esta energía renovable, puede mejorar la seguridad alimentaria, permitiendo una mejor conservación de los alimentos. Por otro lado, surge el ahorro económico al ahorrar combustible y electricidad al sustituir a las variantes de secadores que requieren una fuente de energía externa, poniendo a disposición una tecnología limpia y accesible a la comunidad en general.
Las frutas, verduras y carnes secadas en un secador solar son de mejor calidad y más higiénicas que las secadas al sol. Como se ha mencionado, gracias al diseño del sistema cerrado, se evita o minimiza la contaminación de los alimentos. Además, los alimentos no son vulnerables a la lluvia y el polvo, a diferencia del sistema de secado al sol abierto.
