Si bien el estudio que lleva el mismo nombre, reveló que la cantidad de alumnos afectados por instituciones con problemas financieros va a la baja, tanto autoridades del Ministerio de Educación como de IDMA, hicieron un llamado a “no quedarse de brazos cruzados”.

¿Cómo ha golpeado la situación económica del país, a las instituciones educacionales? Es uno de los muchos dilemas que viven a diario universidades, Centros de Formación Técnicas e Institutos Profesionales, quienes, en los últimos años, han tenido que lidiar con este complejo escenario.

En este contexto, el pasado martes 14 de noviembre, en el auditorio de la Contraloría General de la República, se realizó un encuentro organizado por la Superintendencia de Educación Superior, para analizar los principales puntos del estudio denominado “Salud Financiera de la Educación Superior en Chile. Estudio exploratorio 2012-2022”, instancia en la cual se hicieron presentes nuestra, Paola Cerda, acompañada de la directora de Administración y Finanzas, Bárbara Ramos.

La investigación, a pesar del momento adverso que vivimos como país, entregó noticias auspiciosas, indicando que la cantidad de estudiantes pertenecientes a instituciones con riesgo financiero bajó de 180.342 a 59.605 desde el 2012 a la fecha.

“La cantidad de estudiantes que están matriculados en instituciones en condiciones de riesgo financiero ha disminuido, como lo señala el estudio y esa una muy buena noticia, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados”, señaló el Subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana.

Por otro lado, para la directora de Administración y Finanzas de IDMA, Bárbara Ramos, si bien los resultados son “positivos”, faltaron indicadores por analizar. Sin embargo, cree que es un muy buen punto de inicio para trabajar en esta temática que es fundamental para el funcionamiento “saludable”, de las instituciones de educación superior.

“El estudio es muy bueno si se sabe analizar todas las aristas involucradas, pero es tan solo un punto de partida para más y mejores trabajos de este tipo, que incluyan indicadores académicos y financieros, alineados a las solicitudes de calidad de la CNA. El estudio realiza perfiles de riesgo, pero estos perfiles de riesgo no consideran ítems relevantes dentro del análisis de la institución, como lo son: endeudamiento para inversión o investigación, estructura de costos v/s cantidad de alumnos, entre otros”, señaló Bárbara Ramos.

“Dan pie para nuevos estudios que puedan incorporar dimensiones más amplias, características institucionales, circunstancias coyunturales y externas, entre otras, y den pie para determinar y concluir que efecto tienen estas en la salud financiera y gestión de recursos de las instituciones de educación superior. Comprendiendo que todos estos estudios ayudan a estar en alerta y en una mejora continua en los procesos de reportes financieros y académicos”, concluyó.

Cabe mencionar que, en el caso de los Centros de Formación Técnica, 10 de las 47 presentan un nivel de riesgo, lo cual representa a solo el 4,52% de la matrícula total de los CFT.