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ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO MEDIANTE UNA AGRICULTURA AMIGABLE CON EL MEDIO AMBIENTE

3 Mar 2020 | Agricultura Ecológica, Noticias

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AGRICULTURA Y CLIMA

El clima tiene que ver con las condiciones meteorológicas medias durante un período de tiempo prolongado, es el estado del sistema climático, compuesto por la atmósfera, la hidrosfera, la criosfera, la superficie terrestre y la biosfera. El conjunto de estos elementos determina el estado y la dinámica del clima terrestre (UN, 2016).

Es natural que el clima tenga variaciones, no sólo entre diferentes lugares sino también en distintos momentos del año, y entre un año y otro. Aún con esos cambios, la Tierra mantiene una temperatura media de 14° y 15 °C, y eso es posible gracias a la radiación del sol, a las interacciones del clima y a la existencia de la atmósfera, que es una capa de gases que rodean el planeta y que está formada por nitrógeno, oxígeno, y otros gases como el vapor de agua, el ozono, el dióxido de carbono (CO2) y el metano (Hernández et al, 2016).

Por tales condiciones históricamente la producción de alimentos y el desarrollo de la agricultura propiamente tal ha sido un proceso de adaptación al clima, su relación es intrínseca, considerada la principal fuente de riesgo que ha debido manejarse en la agricultura desde su origen como actividad humana. Ese riesgo está dado por la variabilidad climática originada por los procesos naturales, los que son predecibles con algún grado de certeza.

Sin embargo, hoy la agricultura está amenazada por el cambio climático global causando preocupación entre los científicos, profesionales y técnicos del agro, productores, agricultores y campesinos, ya que variables climáticas claves para el crecimiento de los cultivos, como, por ejemplo: precipitación, temperatura, etc., podrían ser severamente afectadas y así impactar la producción agrícola y por ende el abastecimiento de los alimentos en todo el planeta.

EFECTO INVERNADERO O CALENTAMIENTO GLOBAL

Para comprender la importancia de la adaptación que tiene que hacer la agricultura al fenómeno del cambio climático, es fundamental conocer las causas está generando el aumento de la temperatura en el planeta.

La temperatura de la Tierra es resultado de un equilibrio entre la energía que recibe del Sol (radiación solar) y la energía que se libera al espacio exterior. Alrededor de la mitad de la radiación solar que recibe la Tierra y su atmósfera se absorbe en la superficie. La otra mitad es absorbida por la atmósfera o vuelve a emitirse al espacio por las nubes, pequeñas partículas en la atmósfera, la nieve, el hielo y los desiertos en la superficie terrestre. Parte de la energía absorbida en la superficie terrestre vuelve a irradiarse (o es devuelta) a la atmósfera y al espacio en forma de energía calorífica o térmica (UN, 2016).

En la atmósfera, no toda la radiación térmica emitida por la Tierra alcanza el espacio exterior. Parte de esta es absorbida y reflejada de nuevo hacia la superficie de la Tierra por las moléculas de los gases de efecto invernadero (GEI) y las nubes (el efecto invernadero), lo que da lugar a una temperatura media global en torno a 14°C y 15°C, muy superior a la temperatura de -19°C que sentiríamos sin el efecto invernadero natural (Plan de Adaptación, 2012)

Los GEI tienen la particularidad de absorber calor, entre los cuales destacan los siguientes:

El Vapor de Agua, el más abundante y funciona como un gas que actúa en retroalimentación con el clima, a mayor temperatura de la atmósfera, más vapor, más nubes y más precipitaciones.

Dióxido de carbono (CO2), Se libera en procesos naturales como la respiración y en erupciones volcánicas y a través de actividades humanas como la deforestación, cambio en el uso de suelos y la quema de combustibles fósiles. Desde el inicio de la Revolución Industrial (aproximadamente 1760) la concentración de CO2 ha aumentado en más del 50% (para el 2017).

• Metano, es un gas hidrocarburo que tiene origen natural y resultado de actividades humanas, que incluyen la descomposición de rellenos sanitarios, la agricultura (en especial el cultivo de arroz), la digestión de rumiantes y el manejo de desechos de ganado y animales de producción. Es un gas más activo que el dióxido de carbono, aunque menos abundante.

Óxido Nitroso, es gas invernadero muy poderoso que se produce principalmente a través del uso de fertilizantes de origen químico, la quema de combustibles fósiles, la producción de ácido nítrico y la quema de biomasa.

Clorofluorocarbonos (CFCs), son compuestos sintéticos de origen industrial que fueron utilizados en varias aplicaciones, ahora ampliamente regulados en su producción y liberación a la atmósfera para evitar la destrucción de la capa de ozono.

El último informe del grupo intergubernamental de expertos sobre cambio climático (IPCC), señala que la concentración de GEI en la atmósfera ha crecido a niveles sin precedentes, en especial la de dióxido de carbono (CO2). Su nivel ha alcanzado un 40% más que los niveles registrados en la era preindustrial, esto debido a las emisiones de combustibles fósiles. Un 30% de este CO2 ha sido absorbida por los océanos, provocando su acidificación (UN, 2016).

A continuación se expone mediante un gráfico la distribución y tipo de emisores de gases efecto invernadero:

Fuente: Odepa, 2013

La causa principal del calentamiento global es el aumento de la concentración de GEI en la atmósfera que se ha producido desde la Revolución Industrial, a finales del siglo XVIII. Como consecuencia del aumento de los gases que absorben y emiten radiación térmica, se retiene más calor en la atmósfera y, por consiguiente, aumenta la temperatura media global de la superficie.

Por su parte, la actividad agropecuaria aporta con el 13% de emisiones de GEI, considerada como la principal contribuyente en incrementar las concentraciones de metano, óxido nítrico y dióxido de carbono en la atmósfera del planeta, teniendo esto efectos significativos en el clima, estas emisiones se obtienen por medio de la fabricación de insumos, combustible utilizado por la maquinaria y equipamiento e instalaciones ganadera, además de la deforestación de diversidad nativa y quema de bosques, lo cual produce la alteración de la superficie del planeta, la cual pierde la capacidad de absorber carbono y/o reflejar calor y luz (Plan de Adaptación, 2012; UN, 2016).

La deforestación y la desertificación, además de los combustibles fósiles, son las mayores fuentes antropogénicas de dióxido de carbono.

CAMBIO CLIMÁTICO Y LA AGRICULTURA

Cambio Climático hace referencia a los cambios en las características climáticas como: temperatura, humedad, lluvia, viento y fenómenos meteorológicos severos durante períodos de tiempo prolongados (UN, 2016).

El cambio climático tiene un impacto sobre:

ECOSISTEMAS Biodiversidad, almacenamiento carbono, hábitats, etc.
SISTEMAS HUMANOS Agricultura, agua dulce, salud, etc.
SISTEMAS URBANOS Transportes, edificios, estilos de vida, etc.
SISTEMAS ECONÓMICOS Energía, fabricación, industrias que utilizan capital natural, etc.
SISTEMAS SOCIALES Equidad, migración, paz y conflicto

Fuente: Naciones Unidas, 2016 (UN)

Tiene un impacto sobre casi todos los aspectos de nuestras vidas. Nuestros ecosistemas sufren la pérdida de la biodiversidad y del hábitat, y los sistemas humanos, como la salud, se verán afectados negativamente, por ejemplo mediante la propagación de vectores de enfermedades, como los mosquitos.

Los peligros incluyen el incremento en las inundaciones en las áreas bajas, mayor frecuencia y severidad de sequías y calor excesivo en áreas semiáridas, condiciones que en su conjunto pueden limitar el crecimiento de los cultivos y sus rendimientos.

En Chile, un alza de 2° C en la temperatura podría provocar una subida de la línea de las nieves a lo largo de toda la cordillera de Los Andes, aumentando el escurrimiento invernal de los ríos, en perjuicio de la capacidad de ésta para retener y conservar esta agua hasta el verano. Esto se agravará con la reducción acelerada que están sufriendo los glaciares y con la disminución que en ciertas latitudes sufrirá la lluvia anual, cual es el caso de la zona central de Chile (Santibañez, 2017).

Además, el país tiene una situación única en el planeta, cual es el reforzamiento que podría sufrir la corriente de Humboldt, producto del aumento de la velocidad del viento sobre el océano. Esto refrescará a las masas de aire que pasan por las aguas frías del océano antes de ingresar al continente, provocando un ligero descenso en las temperaturas máximas, fenómeno que ya se ha venido observando en las últimas décadas. Esto atenuará grandemente el efecto del calentamiento global en nuestro territorio, al menos en una franja costera de varias decenas de kilómetros. Esto podría representar una ganancia de ventajas competitivas en un mundo que se verá agobiado por el calentamiento atmosférico.

AGRICULTURA

En el país la precipitación y lluvias han disminuido en gran parte del territorio, las temperaturas mínimas han subido y las máximas han bajado en la costa. En zonas interiores mínimas y máximas han subido por igual, afectando la agricultura, trayendo mayores riesgos biológicos, por cuanto podrían haber más generaciones de insectos-plaga cada año, además mayores niveles de estrés térmico afectando el rendimiento fotosintético de los cultivos, aumentando los requerimientos de agua, la variabilidad y la incertidumbre, y modificando las fechas de siembra (Santibañez, 2017).

Todo esto podría conducir a un rediseño de las regiones agrícolas de Chile, el que podría incluir la migración de ciertas especies hacia regiones del sur o hacia la costa, cambios tecnológicos como sistemas de riego de alta eficiencia, sistemas de reducción del estrés, agriculturización de regiones que en la actualidad tienen baja intensidad de uso del suelo.

En la zona central es altamente probable que las fechas de siembra de los cultivos de primavera se desplacen hacia algo más hacia la estación más fresca de modo de escapar al periodo más cálido del año. En los climas más benignos de la costa, incluso podrían desplazarse hasta el otoño, aprovechando por completo la época fresca invernal escapando al estrés térmico de verano y a la mayor incidencia de plagas durante ese mismo periodo.

En la medida que el agua y la energía se tornen recursos cada vez más escasos, habrá un cambio desde el actual paradigma agronómico de la maximización de la producción por unidad de superficie cultivada, hacia la maximización de la producción por unidad de agua o energía utilizada e incentivar a utilizar sistemas de agricultura más amigables con el medio ambiente, que promuevan el uso de diversidad en los agroecosistema para enfrentar el alza en la temperatura. Es un imperativo reducir las emisiones de GEI y el uso de agua en la cadena de producción en la agricultura (Santibañez, 2017).

¿ Cómo  nos  Adaptamos  al  Cambio  Climático ?

Según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático, conocido por sus siglas en inglés IPCC, (2001), describe la adaptación al cambio climático como a los ajustes en sistemas humanos o naturales como respuesta a variaciones climáticas proyectadas o reales, a fin de moderar el daño o aprovechar sus aspectos beneficiosos.

Los efectos del cambio climático actualmente ya se están produciendo y sintiendo por el planeta, los fenómenos climáticos y situaciones asociadas cada vez se producirán de forma más rápida y pronunciada de lo previsto, estas repercusiones serán amplias sobre muchos aspectos de nuestras vidas y a un nivel que jamás se haya visto. Los sistemas ecológicos, sociales y económicos deberán tener la obligación de hacer ajustes en respuesta al clima cambiante y a las repercusiones y/o efectos del mismo a fin de minimizar los efectos negativos. Este ajuste de los sistemas naturales y humanos de denomina adaptación.

Existen dos tipos de adaptación:

Tipo Acción
Adaptación preventiva Tomar medidas para prepararse ante el cambio climático
Adaptación reactiva Tomar medidas cuando se experimentan los efectos del cambio climático

Elementos Claves de un Proceso de Adaptación

Si observamos la figura, son 5 fases que se deben considerar para cualquier iniciativa de adaptación al cambio climático, en donde el primer elemento es la observación de información que se tenga disponible con respecto a:

Variables climáticas y no climáticas Proyecciones futuras a partir de modelos climático Datos climáticos nacionales y localesPrevisiones estacionales
Variables socioeconómicas Dinámica de la poblaciónTendencias de urbanización Previsiones de desarrollo económicoGénero y edad
Variables medioambientales Cubierta forestalRecursos hídricosBiodiversidad
Información sobre la planificación Planes de desarrollo nacionalesPlanes de desarrollo regionales y municipalesPlanes de desarrollo locales

Las variables anteriormente descritas pueden utilizarse a continuación para evaluar la vulnerabilidad y los impactos relacionados con el clima.

Tomado como base esta evaluación, se pueden seleccionar las opciones tomando en cuenta diferentes factores, como la relación costo/eficacia, los posibles beneficios colaterales y la aceptación pública y social.

Una vez que se ha elegido una iniciativa o medida de adaptación, esta debe implementarse.

La supervisión y evaluación de las medidas de adaptación pueden ayudar a proporcionar información para velar por que las actividades de adaptación sean apropiadas y eficaces, y se revisen en caso necesario y retroalimente los procesos.

Para que lo anterior se pueda llevar a cabo, es fundamental y obligatorio, que las partes interesadas, las cuales, desempeñan una función esencial en la concepción e implementación de las actividades de adaptación, pueden, por ejemplo, proporcionar información importante sobre las circunstancias locales, contribuyendo de esa forma a una planificación más eficaz. También es probable que la participación efectiva de las partes interesadas aumente el grado de aceptación de las decisiones adoptadas.

Las partes interesadas claves van desde miembros de la comunidad, responsables de la formulación de políticas, investigadores y expertos, organizaciones no gubernamentales, entre otros.

Actividad Silvoagropecuaria

Atributos adecuados para la adaptación

Para el Ministerio de Agricultura en Chile, Según el Plan de Adaptación al Cambio Climático del Sector Silvoagropecuario 2008-2012, indica que los principales atributos que debiera tener la actividad para una adecuada adaptación a las nuevas condiciones climáticas, son:

  1. Ser eficiente en el uso de los recursos, generando sistemas productivos con un menor consumo de agua, de energía y reducción de agroquímicos. El ser eficientes involucra sistemas productivos que además contarían con menor huella de carbono (aporte agregado a la mitigación) y con menor huella del agua.
  • Ser flexible, esto es adaptarse a condiciones climáticas variables; necesariamente, ello significa contar con sistemas productivos más biodiversos, más dependientes de insumos locales, como por ejemplo: reciclaje/uso de residuos de cultivos ó de planteles animales, utilización de plantas fijadoras de nutrientes y utilización de gramíneas como abono verdes, transitar a agroecosistemas más diversificados en cuanto a estrategias de control de plagas y enfermedades, entre otros.
  • Ser sustentable desde la perspectiva de la gestión de los suelos, lo que significa usarlos respetando sus restricciones y no excediendo sus potenciales productivos, con el objeto de minimizar o neutralizar procesos erosivos y/o degradantes. Darle mayor importancia a la macro y microfauna que vive en el suelo, por medio de la utilización de abonos orgánicos que permitan dar mayor estabilidad a la fertilidad del suelo y fomentar conceptos y prácticas sobre el manejo ecológico de suelos.
  • Ser tolerante a condiciones climáticas extremas, lo que involucra necesariamente contar con recursos biológicos y material genético que sigan siendo productivos en condiciones de estrés térmico, estrés hídrico y/o estrés salino. Es fundamental profundizar en el material genético local y proteger dicho patrimonio.
  • Ser eficiente, lo que también es un atributo necesario para una mejor adaptación de la agricultura al cambio climático.
  • Ser productiva, involucrando menores emisiones por unidad de producto, lo que va en beneficio directo de la huella de carbono de los productos.
  • Las entidades del estado y no gubernamentales debieran partir de la premisa de que la acción debe estar focalizada en la pequeña y mediana agricultura, especialmente en la agricultura familiar campesina.
  • Para los sistemas silvoagropecuarios hay tres focos centrales donde apuntar y mitigar: el uso de fertilizantes nitrogenados, las emisiones producidas por animales y el origen y consumo de energía.

Propuesta y plan de acción

Una propuesta de plan y las acciones necesarias para su puesta en práctica deben estar comprendidas en las prioridades y campos de acción establecidos por la autoridad para el sector silvoagropecuario, en donde involucre los siguientes lineamientos como guías a la propuesta de un plan de adaptación:

  1. Mejorar la competitividad de la Agricultura, las medidas propuestas son:
  2. Fortalecer la planificación y gestión de los recursos hídricos a nivel nacional para optimizar el uso del agua en la agricultura.
  3. Establecer un programa nacional para fomentar la gestión eficiente y sustentable del agua en la agricultura de riego.
  4. Reforzar el programa de Riego Campesino.
  5. Optimizar el sistema Nacional para la Gestión de Riesgos Agroclimáticos, GRA.
  6. Adecuar el instrumento Seguro Agrícola para enfrentar el cambio climático.
  7. Adoptar sistemas de alerta y control integrado y/o ecológico de plagas, enfermedades e infestaciones de malezas mediante prácticas de manejo que promueven mecanismos de regulación biológica y otros (antagonismos, alelopatía, etc.) y desarrollo y uso de variedades y especies resistente a plagas y enfermedades.
  8. Apoyar la inversión productiva para mejorar la adaptación a los efectos del cambio climático del sector silvoagropecuario.
  1. Fomento a la investigación e innovación, las medidas propuestas son:
  2. Impulsar el cambio en los calendarios de siembra para minimizar riesgos climáticos y aprovechamiento de estaciones más frescas.
  3. Fomentar el uso de sistemas de cultivo para la reducción del estrés térmico, además de estrategias de diversificación como cultivos intercalados, agroforestería, etc., e integración animal.
  4. Apoyo a la investigación y fomento a la innovación en gestión de recursos hídricos en el sector silvoagropecuario.
  5. Desarrollar programas de mejoramiento genético para cultivos agrícolas vulnerables al cambio climático con el involucramiento de los campesinos y la información que poseen en pos de gestar bancos comunitarios de semillas criollas, usando herramientas moleculares de última generación y que fortalezcan registros que vayan en directo beneficio de la protección del patrimonio genético local.
  6. Desarrollar un programa de conservación genética que enfatice el uso de variedades/especies adaptadas localmente mostrando adaptaciones más apropiadas al clima y a los requerimientos de hibernación y/o resistencia incrementada al calor y sequía. Además de especies forestales nativas de los diferentes territorios.
  1. Promover la sustentabilidad económica, social y ambiental, las medidas propuestas son:
  2. Potenciar los actuales mecanismos del Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios – (SIRSD-S), potenciando técnicas como cubierta vegetal, mulching, aplicación de estiércol, compost, humus, uso de microorganismos, abonos verdes y leguminosas, cultivos de cobertura, entre otras técnicas relacionadas que incrementen y conserven por un lado la capacidad de retención de humedad, conservación del mismo y por la capacidad de fertilidad.
  3. Desarrollar sistemas de monitoreo permanente de cambios en los potenciales de productividad.
  4. Desarrollar un sistema de indicadores de sustentabilidad ambiental de la agricultura.
  5. Desarrollar nuevos métodos silviculturales que permitan enfrentar el Cambio Climático.
  6. Estudiar los requerimientos hídricos de especies forestales nativas y exóticas.
  7. Implementar sistemas de cosecha de agua lluvia para riego y bebida.
  8. Implementar sistemas de tratamiento y reutilización de aguas para riego.
  9. Promover instancias de participación ciudadana que aplique metodologías participativas para generar mayor concientización y aplicabilidad real a las medidas sugeridas para la adaptación.
  10. Generar mapeo e información de todos los actores locales que se insertan y participan en un territorio, con el fin de ir gestando y desarrollando mesas de coordinación para la adaptación.
  1. Transparencia y acceso a mercados, las medidas propuestas son:
  2. Diseñar un programa de certificación de la huella del agua de los productos Agropecuarios.
  3. Diseñar un programa de certificación de la huella del carbono de los productos Agropecuarios.
  4. Diseñar un programa de certificación de la huella ecológica de los productos Agropecuarios.
  5. Diseñar un programa de certificación sobre productos locales y territoriales.
  • Modernizar el Ministerio de Agricultura y sus servicios, las medidas propuestas son:
  • Desarrollar un sistema de información e interpretación para la adaptación al cambio climático.
  • Desarrollar directrices a incorporar en las instancias de capacitación en cambio climático.
  • Desarrollar y aplicar tecnologías de información con enfoque y conceptos de cambio climático.
  • Transferir y capacitar a todos los funcionarios públicos mediante metodologías participativas que promueva e internalice la concientización sobre la adaptación al cambio climático.
  • Modernizar los sistemas digitales de trabajo y que integren todos los ámbitos e indicadores de sustentabilidad tanto económicos, ambientales y sociales.

El desafío ahora es cómo movilizar rápidamente este conocimiento de modo que pueda ser aplicado en la restauración de áreas ya afectadas y/o para preparar áreas rurales que se predice serán golpeadas por el cambio climático. Además de orientar y focalizar los recursos monetarios que se deben invertir en los planes de adaptación al cambio climático por cada territorio.

Para que esta transferencia horizontal ocurra rápidamente, el énfasis debe ser en involucrar a campesinos/as y agricultores directamente en la extensión de innovaciones a través de redes campesino/a campesino/a bien organizadas.

El foco debe estar en la consolidación de la investigación local y el desarrollo de capacidades para resolver problemas. Organizar a la gente alrededor de proyectos para promover la resiliencia agrícola al cambio climático debe hacer un uso eficaz de las habilidades y conocimiento tradicionales, ya que esto proporciona una plataforma para un mayor aprendizaje y niveles de organización local, mejorando así las posibilidades de empoderamiento de la comunidad y estrategias de desarrollo autosuficientes frente a la variabilidad climática.

BIBLIOGRAFÍA

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  • Santibañez, F. 2017. Agroclimatología: Los grandes desafíos de la agronomía frente al clima cambiante. Universidad de Chile.
  • Hernández, J. Carazo, E. García, T. 2016. Módulo de formación Cambio climático y agricultura campesina.
  • Plan de adaptación al cambio climático del sector silvoagropecuario. Propuesta Ministerial Elaborada en el Marco del Plan de Acción Nacional de Cambio Climático 2008-2012. Chile. 64p.

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