Cada último miércoles de abril, se conmemora el Día Internacional de Conciencia sobre el Ruido. Este día se celebró por primera vez el 24 de abril de 1996, como parte de una conferencia local organizada por la “Liga de Personas con Problemas Auditivos” de la Ciudad de Nueva York.
Actualmente, es una actividad que se desarrolla a nivel mundial, con el propósito de promover el cuidado del ambiente acústico, la conservación de la audición y la concientización sobre las molestias y daños que generan los ruidos, además de educar sobre las medidas para evitar daños en la salud integral.
Efectos del ruido en el medio ambiente
El tránsito vehicular, las construcciones, la actividad humana y distintos eventos son unas de las principales fuentes de contaminación acústica. El exceso de ruido entorpece el desarrollo de la especie salvaje de distintas maneras, siendo un factor determinante en el desequilibrio de los ecosistemas.
En cuanto a los animales, a grandes rasgos estos se ven afectados a la hora de localizar a sus presas, perjudican sus patrones de alimentación y reproducción. Un claro ejemplo de esto es la vaca lechera que, al estresarse debido al ruido, esta reduce su alimentación y en consecuencia baja la producción y descarga de leche.
Las especies marítimas también sufren las consecuencias del contaminante. Los barcos y naves al generar fuertes ondas sonoras afectan gravemente a los animales que habitan el océano, provocando daños en sus tímpanos y muerte de algunos ejemplares.
La flora no se escapa de la contaminación acústica. Se ha demostrado que esta posee un rol perjudicial en la producción de algunas plantas interfiriendo en la polinización y expansión de semillas.
Contaminación acústica en Chile
En el país, los niveles de decibeles permitidos son de 55db de 7:00 a 21:00 horas y 45db de 21:00 a 7:00 horas. Estos niveles son importantes de conocer ya que, según el Ministerio del Medio Ambiente, el 50% de las denuncias relacionadas con contaminantes corresponden al ruido.
Desde agosto del 2018, se cuenta con una Red de Monitoreo Continuo de Ruido Ambiental en las regiones de Biobío, Valparaíso y Santiago. Dichas redes fueron presentadas por la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt y la ministra de Transporte y Telecomunicaciones, Gloria Hutt. La función de estas redes es recopilar información de los niveles de ruido urbano para así asegurarse que las políticas implementadas para controlar la contaminación acústica se estén cumpliendo.
Foto: Acústica UACh
Por otro lado, el monitoreo reveló una baja del 35% en los niveles de ruido en el día durante el confinamiento y un 75% en la noche por toque de queda en el sector de Alameda. En cuanto a otras zonas de la región, se evidenciaron niveles de decibeles dentro de los estándares OCDE establecidos. Según la ministra Gloria Hutt, está baja también es atribuible al aumento de buses eléctricos que ahora transitan por las calles de la ciudad, “desde 2018 hemos impulsado un trabajo que ha incorporado de manera sostenida vehículos con mayores comodidades para los pasajeros, pero además amigables con el medio ambiente, no sólo en materia de emisiones de gases, sino también acústicas, como ocurre por ejemplo en el electrocorredor de Grecia”, destacó.
Es importante destacar y no obviar el exceso de ruido en el planeta. Este contaminante para muchos pasa desapercibido y no dimensionan las consecuencias a largo plazo que pueden provocar en el medio ambiente y en la salud física y mental de las personas. Es imperativo seguir con las políticas de ruido y no depender del confinamiento para que los niveles estén en lo óptimo estipulado.
