Lancet Countdown, asociación internacional dedicada a seguir y analizar las consecuencias en la salud en relación al cambio climático, publicó la semana pasada un informe en donde se exponen las conclusiones y el consenso de las 35 principales instituciones académicas mundiales pertenecientes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en torno a el cómo términos como la ecoansiedad (el miedo crónico al colapso medioambiental) y estados emocionales como la desesperanza y la depresión, han comenzado a sumarse fuertemente a los sistemáticos e irreversibles impactos del calentamiento global dentro de la sociedad.
De esta manera, la incertidumbre que sienten especialmente las personas con conciencia ambiental al observar de manera presencial o a través de canales de información tradicional y especialmente de Internet las consecuencias de la mercantilización de la naturaleza realizada por la industria extractiva mundial, ha hecho que durante los últimos años se hayan exacerbado los ánimos y percepciones negativas sobre el futuro del planeta Tierra y de la humanidad.
Precisamente, así ha quedado de manifiesto en este informe en donde, por ejemplo, tras realizar un catastro y análisis de más 6.000 millones de mensajes publicados en la red social Twitter geolocalizados en 40.000 localidades y expresados por millones de personas tuvieron como común denominador la presencia un sentir de aflicción y preocupación en relación a los avances del cambio climático, como lo señaló el director ejecutivo del Lancet Countdown, Anthony Costello.
“Los efectos sobre la salud mental están extremadamente extendidos (…), la ecoansiedad entre los jóvenes o los sentimientos de desesperanza están afectando a muchos colectivos por enterarse que miles familias pierden sus casas por una inundación o la subida del mar, además de los desplazados por sequía severa o las personas mayores vulnerables afectadas ante el aumento de temperatura atmosférica”, detalló el también el médico pediatra de la Universidad de Los Angeles, Estados Unidos.
Asimismo, otros estudios como una encuesta difundida en septiembre pasado y realizada por la Universidad de Bath (Reino Unido) reveló que de 10.000 jóvenes de entre 16 y 25 años provenientes de diez países diferentes, casi la mitad siente que la “inacción” climática de los gobiernos se traducía en una ansiedad que les condicionaba en su vida diaria. Es decir, el 50% de los encuestados señaló que se sentían asustados, tristes, ansiosos, enfadados, impotentes o incluso culpables por la crisis climática, pese a mantener conductas y acciones que aportan a cuidar el medio ambiente dentro de su cotidianidad.
Efectos psicológicos que se justifican en una gran parte a la sensación de traición que expresan personas menores de 30 años respecto al rol de las autoridades e instituciones políticas mundiales en la responsabilidad que les ataña en la agudización de la emergencia climática producida por la contaminación y calentamiento de la Tierra. Percepciones de desaliento que se sustentan en otros datos obtenidos de este informe patrocinado por la ONU, en el cual también se detectó que una importante cantidad de gobiernos mundiales todavía planean incrementar la producción de combustibles fósiles para 2030, pese a que durante la firma del Acuerdo
de Paris muchos de ellos se comprometieron a trabajar rápidamente para lograr la neutralidad de emisiones de carbono y así limitar el incremento de la temperatura global.
Panorama y conclusiones de bastante inquietud que han ido emparejadas lamentablemente con el aumento de situaciones de alteraciones afectivas y al aumento de ingresos hospitalarios relacionados con la salud mental, insomnio crónico e, incluso, los suicidios. Además de la reducción obligada de la tasa de natalidad a nivel mundial por la decisión un porcentaje importante de la población de postergar o cancelar definitivamente su opción de tener hijos o hijas como parte de sus proyectos de vida, debido a las incertezas que generan especialmente las secuelas del cambio climático, concluye el trabajo desarrollado por Lancet Countdown.
