El martes 11 de Mayo la Comisión de Evaluación Ambiental aprobó por unanimidad el primer piloto de hidrógeno verde en Chile, se trata de Haru Oni de Highly Innovative Fuels (HIF), que busca construir una planta productora de eCombustibles en base a hidrógeno verde en la región de Magallanes. 

A la fecha, distintos países han decidido tomar las riendas hacia un camino más sustentable debido al avance del cambio climático y deterioro del planeta. La utilización de energías renovables es el futuro y dentro de ello el hidrógeno verde (H2 verde) es la apuesta más radical.

El hidrógeno es un elemento que abunda en el planeta, históricamente se ha obtenido usando combustibles fósiles y se le llama “hidrógeno gris”, responsable del 1% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial.

Sin embargo, el H2 verde se produce a partir de agua y energías renovables y se obtiene por electrólisis mediante la descomposición de las moléculas de agua (H2O) en oxígeno (O2) e hidrógeno (H2). Un procedimiento maravilloso, ya que no emite dióxido de carbono, convirtiéndose en uno de los  combustibles más amigables con el planeta.

Son seis los gobiernos que lideran proyectos de hidrógeno verde: Arabia Saudita, Australia, Alemania, China, Países Bajos, Perú y Chile.

Dada nuestra enorme riqueza en energías renovables, Chile tiene el potencial de ser uno de los productores más eficientes y competitivos de hidrógeno verde en el mundo.

Según estimaciones del Ministerio de Energía, se espera que el hidrógeno verde contribuya con una reducción de emisiones entre el 25 % y 27% al año 2050.

Ventajas del hidrógeno verde 

Este método, además de no emitir gases de efecto invernadero, posee otra serie de ventajas que lo posicionaría como fundamental para el futuro. Esta fuente de energía es completamente almacenable y transportable, facilitando su uso en los distintos momentos de producción. También se caracteriza por su versatilidad ya que se puede utilizar para fines domésticos, industriales o de movilidad.

Como nada es perfecto, el H2 verde también tiene ciertas desventajas, sus principales problemas radican en que es altamente inflamable y volátil por lo que requiere de más seguridad, es más costoso y además usa mayor cantidad de electricidad.

Hidrógeno verde en Chile

Este combustible posiciona al país como el primero a nivel latinoamericano en implementar su producción. Se espera también que el territorio se convierta en el mayor exportador de hidrógeno verde, ya que según informa la Agencia Internacional de Energía, nuestro país podría producir cerca de 160 millones de toneladas de H2 al año. Asimismo, se espera que el desarrollo de esta industria contribuya a impulsar una reactivación económica respetuosa con el medioambiente, sostenible e inclusiva.

Efectivamente, el desarrollo del Hidrógeno Verde en el país, proyecta la creación de unos 100.000 empleos y US$ 200 mil millones en inversión durante los próximos 20 años.

Si bien la producción del H2 verde presentaría un beneficio para el país, tal como mencionamos, el costo que este tiene es elevado y en la actualidad es de US$ 5 a US$ 6 por kilogramo de hidrógeno. Sin embargo, se espera que en una década su costo vaya disminuyendo al valor aproximado de US$ 1,5 por kilogramo.

El país busca seguir avanzando en materia de energías renovables y es por eso que abrió una convocatoria para potenciar el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde mayores a 10MW que entren en funcionamiento a más tardar en diciembre del 2025. A este llamado, podrán postular empresas nacionales y extranjeras y se entregará un máximo de 30 millones de dólares a uno o más proyectos. Esta convocatoria también pretende acercarnos a la meta de carbono neutralidad, generando más empleo y oportunidades.

“La enorme riqueza de energías renovables de Chile nos permite producir el hidrógeno verde más competitivo del planeta y a gran escala” Afirma Juan Carlos Jobet, Ministro de Energía de Chile.

Que el país tome estas iniciativas y enfoque sus energías en proyectos amigables con el medio ambiente es una práctica que debería tornarse habitual. Es necesario desarrollar estrategias y medidas donde las energías renovables y la eficiencia energética cumplan un rol predominante ya que como país y como planeta estamos luchando a contra reloj contra el calentamiento global y nuestra propia subsistencia.